domingo, 2 de marzo de 2008

DIARIO DE UN PERRO

El diario de un perro no es sobre mi mascota, sin embargo, sí es la vida de muchos perros desafortunados que fueron comprados en un momento de capricho o sin pensar, por dueños irresponsables que no se interesan por su mascota ni se tientan el corazón en echar un animal a la calle. Tal vez no se han puesto a pensar todo lo que pasará ese pobre animalito.
Este cuento es lo que esos perros nos platicarían en realidad, si pudieran hablar. Está dedicado a ellos, tratando de sensibilizar a sus dueños.
1a. SEMANA. Hoy cumplí una semana de nacido...! ¡Que alegría haber llegado a éste mundo!
1 MES. Mi mamá me cuida muy bien, Es una mamá ejemplar.
2 MESES. Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con esos ojos me dijo adiós, esperando que mi nueva "familia humana" me cuidara también como ella.
4 MESES. He crecido rápido, todo me llama la atención, hay varios niños en la casa que para mi son mis "hermanitos". Somos muy inquietos, ellos me jalan la cola y yo les muerdo jugando.
5 MESES. Hoy me regañaron, mi ama se molestó porque me hice "pipi" dentro de la casa, pero nunca me han enseñado donde debo hacerlo. Además duermo en la recamara ¡Ya no me aguantaba!
8 MESES. Soy un perro feliz, tengo el calor de un hogar; me siento tan seguro; tan protegido. Creo que mi familia humana me quiere y me consiente mucho. Cuando están comiendo me convidan. El patio es para mi solito y me doy vuelo escarbando como mis antepasados los lobos, cuando esconden su comida. Nunca me educan, ha de estar bien todo lo que hago.
12 MESES. Hoy cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí mucho, más de lo que ellos pensaban. Que orgullosos se deben sentir de mi.
13 MESES. Que mal me sentí hoy mi "hermanito" me quitó la pelota. Yo nunca le agarro sus juguetes. Así que se la quité pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer.14MESES. Después del susto, me encadenaron, casi sin poderme mover, al rayo del sol. Dicen que van a tenerme en observación y que soy ingrato. No entiendo nada de lo que pasa.
15 MESES. Ya nada es igual, vivo en la azotea. Me siento muy solo... Mi familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed. Cuando llueve no tengo un techo que me cobije.
16 MESES. Hoy me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me perdonó, yo me puse tan contento que daba saltos de gusto. Mi rabo parecía rehilete. Encima de eso, me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos hacia la carretera y de pronto nos paramos, abrieron la puerta y yo me bajé feliz creyendo que haríamos nuestro "día de campo" no comprendo porque cerraron la puerta y se fueron. ¿Oigan esperen? ladré... se olvidan de mi.
17MESES. He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento y estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada desde el fondo de mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y sería leal como ninguno. Pero solo dicen "pobre perrito" se ha de haber perdido.
18 MESES. El otro día pasé por una escuela y vi muchos niños y jovencitos como mis "hermanitos". Me acerqué y un grupo de ellos, riéndose, me lanzaron una lluvia de piedras "a ver quien tenía mejor tino" Una de esas piedras me lastimó un ojo y desde entonces ya no veo con él.
19 MESES. Parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían más de mi. Ya estoy muy flaco; mi aspecto a cambiado, perdí mi ojo y la gente más bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña sombra.
20 MESES. Casi no puedo moverme. Hay al tratar de cruzar una calle por donde pasan muchos coches, uno me arrolló. Según yo estaba en un lugar seguro llamado "cuneta" pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor que hasta se ladeó con tal de centrarme, ojalá me hubiera matado pero me dislocó la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con trabajo me arrastra hacia un poco de hierba a la ladera del camino.Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quedé en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. Algunas gentes pasan y ni me ven, otras dicen: "No te acerques"Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos, la dulzura de su voz me hizo reaccionar "pobre perrito mira como te han dejado"...junto con ella venía un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: "Lo siento señora este perro ya no tiene remedio es mejor que deje de sufrir" a la gentil dama se le salieron las lágrimas y asintió. Como pude moví mi rabo agradeciéndole que me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando porque tuve que nacer si nadie me quería.
La solución no es echar el perro a la calle, sino educarlo. NO convierta en problema una grata compañía._________________________________________________________________

2 comentarios:

Anónimo dijo...

esta muy bonita la historia y creo que la gente aga conciencia por que pobres animalitos que culpa tienen bueno ta muy bonita adios

Anónimo dijo...

Muchos saludos, muy interesante el articulo, espero que sigas actualizandolo!